sábado, 5 de mayo de 2012

Los magos y los trucos

 

La realidad en el escenario y tras bambalinas.

 Unos de los fenómenos que los latinoamericanos  debemos entender para  interpretar la economía, es el uso asociado de los índices de inflación que manejan los gobiernos regionales para tratar de controlar la incidencia exterior en las economías nacionales.

 Cambiar los términos con que se definen los índices de referencia, los ocultan, confunden, pero no modifican el comportamiento global de los mercados, sirven para maquillar, pero no para cambiar la realidad que se refleja en el poder adquisitivo de los consumidores.
El detector primario del cambio del nivel de inflación es el comerciante, por el abanico de productos que maneja y el conocimiento del nivel de ingresos del segmento consumidor, por lo cual los gobiernos trataron de crear puentes hacia el destinatario final cambiando la modalidad administrativa.
Las variables son predecibles y no predecibles y cuando ingresa  una de las últimas al sistema se afecta todo el escenario, y es necesario reformular la situación para establecer si es necesario reformular los objetivos.
Y eso fue lo que sucedió, se pensó que en una región cuyo comportamiento Político, Económico y Social era similar y consensuada los efectos inesperados se iban a atenuar globalizándolos, pero no es así, porque los factores de la producción están diversificados por país con diferentes legislaciones sujetos a tratados.
Esto es fácilmente comprobable en el Mercosur cuyo nivel de integración no ha alcanzado al artículo 1 del tratado de Asunción, como recientemente manifestara nuestro mandatario al regreso de una entrevista bilateral en Brasil.
Parece que hubiera un contrasentido entre lo expresado anteriormente y la última afirmación, nada de eso, al contrario, es el centro del problema y el desafío es explicarlo, para lo cual solo mencionaremos la variable imprevista que modificó el esquema; La posición de los países emergentes (Brasil, China e India) de efectuar transacciones fuera de la moneda de referencia, es decir del dólar.
Pero lo extraordinario, es la forma es en la que los artífices lo instrumentaron a partir de la depreciación de la moneda norteamericana, cambiando el nombre de los principales referentes de la economía. En el macro fue fácil, ya que la economía tradicional había maquillado dos conceptos diferentes, el de crecimiento y desarrollo usándolos como sinónimos.
La diferencia es enorme, crecimiento se refiere a aumento de un factor del potencial, Político, Económico o Social mientras que desarrollo se refiere al crecimiento equilibrado de los tres, poco o mucho pero equilibrado porque eso es lo que permite establecer un índice.
La forma usada muy simple, cambiaron los términos y crearon otros, concretamente "crecimiento sostenible y sustentable", aceptable socialmente, y aplaudido por la banca oficial internacional lo cual lo consolidó a nivel continental.
El problema era en lo interno, los principios de la administración, son inamovibles por esencia, funcionan igual en cualquier modelo económico, pero surgió la solución menos esperada, les cambiaron el nombre, para lo cual fue necesario también cambiar nombres dentro del modelo comercial, parece increíble pero esta simple acción puso al conocimiento en poder de unos pocos, más adelante veremos cómo.
Los factores de la producción son Capital, Materia prima y Trabajo, de modo que  la materia prima, históricamente llamada tierra, en el marco de la globalización pasó a denominarse Commodities, de la misma forma que cambiaron el nombre de "Comercialización" por "Marketing" cuando convirtieron a este en una doctrina de dominación universal.
Esta acción afectaba al capital en el sistema de retroalimentación, por lo cual era necesario neutralizar su poder y de eso se encargaron los países dominantes, presionando sobre el sistema financiero y la banca, ayer instrumentos de opresión, y vaya si lo hicieron bien.
La mutación comenzó por lo que parece imposible, cambiar principios científicos por decreto, así que sigamos la evolución, desde Fayol considerado el padre de la administración moderna los principios de la administración eran: Planificación, Organización, Coordinación, Dirección y Control.
Nada más lógico, se planifica lo que se va a hacer, se organizan los recursos (humanos, materiales, técnicos y financieros), se coordina su empleo mediante la dirección y se controla para evitar desvíos que generen mayores costos.
Parece difícil cambiar algo, sobre todo si la esencia es nada menos que "el proceso lógico del pensamiento" que seguimos para efectuar cualquier acción, no lo fue, el primer dardo se lanzó a la coordinación, sacándola de la línea por considerarla la esencia de la administración, de modo que quedó el proceso como: planificación, organización, dirección y control. Confieso que cuando lo leí acepté como válido el razonamiento, quizás por estar influenciado por la teoría Z de los Japoneses.
Esto dejó espacio para el golpe de gracia, el cambio de dirección que involucró a todos los actores de la economía, y cuando digo cambio de dirección quiero expresar que cambiamos de una administración vertical a una horizontal, pero para no mover el sistema económico con el cuál es interdependiente crearon un sistema mixto y posiblemente en Uruguay fue donde más se notó por la dependencia energética de la producción.
La Dirección era una estructura vertical, donde el mando se ubicaba arriba y los escalones subsiguientes abajo, esto se mantuvo a nivel de empresa mientras que la Administración Económica se aplicó en forma horizontal creando un sistema mixto.
Analicemos el comportamiento horizontal, la planificación  pasó a ejecutarse en forma descentralizada, lo que no asegura la concurrencia de todos los esfuerzos al propósito, y la organización se subordina a impulsos o iniciativas sectoriales que al llevarse a cabo no se pueden dirigir porque no hay estructura escalar, ni control que detecte sus desvíos.
Para llevar esto a cabo fue necesario otra vez sustituir algunos nombres, así que  la planificación pasó a denominarse programa, pero lo que era necesario cambiar radicalmente era el término coordinación, la esencia de la administración  así que pasaron  a llamarla "articulación".
El resultado, las decisiones etapa central y razón de ser de la planificación se volvió intuitiva en lugar de razonada a nivel de las máximas jerarquías.  Predominó la fuerza de la tecnocracia porque los asesores pasaron a ser decisores derogando la dirección y control  lo queexime de responsabilidad a todos los niveles de la organización.
La razón de ser de las organizaciones es la estructura social, con el nuevo sistema intencionalmente o no se disocia de la material y sin control se dispone libremente de los recursos, lo cual genera la falta de estos donde son necesarios.
Otro aspecto que es necesario controlar es la opinión pública la cuál pasó a llamarse "imaginario colectivo" y a la imagen por "proyección mental del consumidor".
La pregunta obvia de quien siguió el razonamiento es que sucede con los índices, el crecimiento y desarrollo en una economía como la conocíamos hasta ahora se medía por el PBI (producto bruto interno), es decir el PB (producto bruto) deducidos los insumos de importación de generación de la producción, inversión neta de capital, obligaciones.
La relación anualizada del PBI permite apreciar el crecimiento general y por ende el desarrollo nacional pero expone el monto total generado, lo que no es conveniente cuando el nivel fiscal de tributacion es alto, por eso desapareció de las tablas oficiales el ingreso per cápita relacionado al ingreso real del trabajo.
Cuando no hay control, queda al descubierto la eficiencia de cómo el gobierno cumplió con la función distributiva que conjuntamente con la normativa les asigna la constitución para alcanzar la felicidad material y espiritual de todos los habitantes del Estado.
Pero un índice es necesario, y adoptaron el BEN (Bienestar Económico Nacional) que llaman
"Felicidad popular" o "Estado de felicidad razonable".
La adopción de un nuevo índice  no está mal si es aceptada por los responsables de la administración del Estado y por la población ya que es una doctrina, pero es bueno que sepamos de que se trata:
El Bienestar Económico Nacional consiste en que los ciudadanos alcancen un justo equilibrio en la cobertura familiar de los subsistemas del sistema social que son; Salud, Trabajo, Educación; Vivienda, Seguridad,  e Interacción o Cohesión.
Como corolario solo basta recordar que los espectadores de un espectáculo de magia son conscientes que lo que van a ver son trucos de magia no magia.



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