lunes, 10 de febrero de 2014

El Factor social en primera linea.


Habiendo desarrollado las tendencias políticas y económicas del nuevo orden mundial que tienen como receptor al factor social, siempre  tomándonos  pausas prudentes para comprobar su comportamiento, es tiempo de ingresar a la filosofía que orienta el proceso hacia su destino final el bienestar material y espiritual de los seres humanos organizados.
Políticamente los procesos que señalamos siguen un curso estable con algunas singularidades, por ejemplo el reconocimiento de la enorme importancia de los medios de comunicación y la necesidad de redefinir su rol dentro del Estado moderno.
Lo  global levanta vuelo y en ese contexto el ser humano busca su espacio para proyectarse socialmente  y encuentra que los referentes cambiaron de comportamiento, ante lo cual hace lo que mejor contempla sus intereses, crea sus propias reglas de acuerdo a sus necesidades.
Dicho de esta forma, nada más lógico, pero esas reglas no siempre caen dentro de la norma jurídica produciendo una confrontación entre el legítimo interés y el derecho público, lo que genera fricciones entre lo que se puede y lo que se debe.
Administrar en estas condiciones no va más allá de enviar señales y entregar espacios de control a quienes tienen la ilegítima capacidad de imponer su voluntad, amparados en que el ejercicio de la autoridad legítima está comprometido en un problema general de seguridad. 
Mientras tanto, la violencia rutinaria es solo una estadística en cuyo eje vertical se pone la cantidad de delitos  y en horizontal la muerte, La mayoría de lo que no entra en esas variables queda afuera del conocimiento público. La información es poder de modo que quien posea el total de datos posee el privilegio de manejar la opinión pública mediante los modelos de emisión y eso es muy peligroso.
Siempre pensamos que el cambio social iba a generar movilidad   geográfica, y lo hace, pero no es determinante, impacta  en la estratificación social modificando los roles y franjas de movilidad lo que da lugar a la confusión de los involucrados y la desorientación de los responsables de la organización y funcionamiento del sistema a todo nivel.
En este escenario toma fuerza el concepto de diversidad y  se entiende que lo diferente aporta al cambio, entonces ser igual a las generaciones anteriores es estar afuera del sistema, porque esa es la condición básica para realizarse individual y colectivamente, y dejemos claro que a esto no lo consideramos anarquía, porque no se prescinde del Gobierno al contrario se promueve la centralización dirigida del Estado.
Las minorías que se sentían discriminadas pasan a desempeñar un rol fundamental en la cultura porque son lo diferente o transgresor organizado y se vuelven receptores de la fuerza del cambio, esto motiva que los medios de comunicación les den espacio protagónico y saturan la sociedad con conceptos e ideas nuevas.
 La familia piedra angular de la  sociedad no estaba preparada para asumir estos comportamientos, entonces el medio ambiente hostil e inseguro juega un rol determinante y el hogar se convierte en el lugar más seguro para las nuevas generaciones lo que acelera la convivencia de pareja modificando los estratos sociales.
Este motivo de  aceptación se produce cuando los jóvenes tienen conciencia del cambio de mentalidad de sus padres, pero no comprenden la razón, porque solo se reconoce lo que se conoce y ellos solo vivieron su realidad  por más que  escucharon historias de los prejuicios de la sociedad de sus antecesores. 
El resultado es que lo que los mayores consideran una concesión impuesta por las circunstancias ellos lo internalizan como un derecho, porque la nueva sociedad lo acepta, y los padres deben hacerse cargo de atender las necesidades financieras que generan sus descendientes en los términos de ellos.
Como se formuló el problema y nuestra sociedad la solución, el hombre nuevo resultante  tiene la idea que es bueno lo que es bueno para él y malo lo que se opone a su libre albedrío.  A partir de esta idea casi estamos negando el concepto de autoridad familiar.
La familia es una red de relaciones socio afectivas que actúa diferente de cualquier otra organización y para que funcione como  unidad debe existir dirección,  de allí emana la necesidad de que alguien ejerza autoridad y coordine sus actividades.
En la confusión o búsqueda de limites la autoridad se cuestiona para determinarlos por confrontación y ello desgasta y disocia la familia como la conocemos.
Nos estamos refiriendo al modelo nacional, pero la globalización del nuevo orden es un fenómeno internacional en cuyo plano hay diferentes razas, con diferentes costumbres y diferentes tiempos, y lo que es más importante criterios éticos totalmente dispares arraigados en creencias tradicionales o religiosas.
El concepto de  raza también comienza a cuestionarse, no por estar ligada a linaje en sus orígenes como, sino por razones socio-filosóficas vinculadas a derribar barreras a aspectos que en el futuro existirán en el seno de nuestra sociedad y que quizás sean el motivo de la agresividad de los medios de comunicación para imponer el concepto de diversidad.
Para manejar como ejemplos casos reales, en un barrio residencial de París- Francia vive una familia Árabe compuesta por una pareja mayor y su hijo un joven musulmán casado legalmente en su país con una niña de 8 años. En el Líbano vive una pareja Australiana con sus dos hijas y visten  atuendos occidentales lo cual está prohibido a las mujeres de aquel país.
Esta realidad la tenemos muy cerca, de allí la importancia que está tomando el vocablo etnia para referirse a la especie humana porque en nuestra región tenemos en contacto las dos religiones con más adeptos del mundo,  la Católica con 1000.000 000 de fieles y la Musulmana 1. 100.000 000.
Si trasladamos los ejemplos a occidente, seguramente la esposa del árabe ira a la escuela con los hijos de sus compañeros de trabajo, por otra parte la australiana devuelta a su medio aceptará la indumentaria de la Siria porque culturalmente está preparada para ello, no por formación sino porque las guerras hicieron que Europa viviera otra realidad más cosmopolita.
Lo que se cuestiona es que se cambie sin preparar a la ciudadanía para el cambio, pero no se puede porque no depende de nosotros sino de los centros de poder, entonces con nuestros valores rechazamos los de culturas y religiones diferentes, a veces sin considerar que la primera función de los líderes espirituales promotores de valores éticos no se han sentado a discutir el problema.
Los líderes políticos sin embargo hicieron algunos esfuerzos por dar una respuesta al problema tratando de relacionarse internacionalmente, creando organizaciones para enfrentar en forma conjunta el problema las cuáles en el marco de la estrategia general del comité global quedaron desactivadas por inoperantes.
Los medios de comunicación masiva particularmente la televisión, son en su mayoría propiedad  de holdings extranjeros, pertenecientes a quien diseña las políticas y estrategias del nuevo orden y actúan en función de ello, es decir el daño que se causa a la sociedad es un daño colateral aceptable, y eso justamente es lo que no debemos aceptar.
El concepto anterior es bastante utópico a pesar que seguramente la mayoría de los lectores estén de acuerdo  por la simple razón que para ello deberíamos estar informados y los medios de comunicación  no nos van a dar la información porque no son nuestros y no van a ir contra sus intereses financieros, lo que tenemos que saber está en las cadenas internacionales que también les pertenecen.
Esta es a nuestro criterio la situación en que la globalización ha puesto al factor social, para entender la evolución es necesario seguir la información política y económica internacional y estimar la incidencia que tendrá en nuestro país.
No vamos a eludir la responsabilidad de dar nuestra opinión, creemos que la herramienta de adaptación al cambio es la cohesión familiar que se logra mediante el entendimiento y relacionamiento afectivo entre todos sus integrantes, para lograr el recambio generacional en paz y con felicidad.

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